Se han calcinado más de 1.500 hectáreas, casi todas ellas en el fuego de Chinchilla, en julio
MARCOS TÉVAR | ALBACETE
La provincia de Albacete lleva registrados en lo que va de 2009 unos 94 siniestros relacionados con fuegos, entre conatos (82) e incendios propiamente dichos (12). Se consideran conatos los fuegos cuya extensión no llega a una hectárea. En total, se han quemado en la provincia 1.566 hectáreas, de las cuales 1.515 corresponden al incendio del pasado mes de julio en el campo de maniobras militares de Chinchilla.
Los servicios de extinción de fuegos han recibido en los últimos ocho meses 414 avisos entre incendios forestales y agrícolas. Estos datos fueron revelados ayer por Darío Dolz, director general de política forestal del Gobierno de Castilla-La Mancha.
En la Región se han producido 699 siniestros forestales (509 conatos y 190 incendios), destruyendo una superficie de 7.242 hectáreas, un 140% más que en el mismo periodo de 2008. Este espectacular incremento se debe a «cuatros o cinco grandes incendios» habidos en Castilla-La Mancha en los últimos meses. Según Dolz, de no haberse producido éstos, «estaríamos hablando de ratios similares a los del año pasado».
En cuanto al incendio en el campo de maniobras de Chinchilla, Dolz declaró que «sabemos que el origen del fuego se produjo en el foco de caída del campo de tiro», y señaló, tal y como ya adelantamos el pasado sábado, que «no es posible determinar la causa, dada la imposibilidad de entrar en el recinto por la presencia de restos de munición».
Sin embargo, desde el Ministerio de Defensa apuntan que no hay peligro de explosión de esa munición, por lo que no se entiende que la Junta descarte la investigación in situ. Desde la propia subdelegación de Defensa en Albacete, el teniente coronel Monsalve declaraba la semana pasada a este periódico que en lo que a la investigación de este incendio se refiere, «está pasando algo raro».
Parece, por tanto, que las posturas de unos y otros siguen estando lejanas y que no se ponen de acuerdo en cuestiones esenciales relativas a esta investigación.
http://www.laverdad.es/albacete/20090901/albacete/casi-centenar-incendios-forestales-20090901.html
5 comentarios:
Que nos pregunten a quienes estuvimos allí: En el último gran incendio del campo de tiro de Chinchilla
Que pregunten a los pueblos de alrededor del campo de tiro. Que estudien los sucesos que han ocurrido en el campo de tiro de Chinchilla, sus inmediaciones, los alrededores, a leguas del campo de tiro, en lo que ellos llaman zona de "seguridad"... Que escuchen las voces de las gentes que viven cerca, sus movilizaciones, denuncias, pérdidas,...la Sierra de Chinchilla habla claro.
Quienes estuvimos allí actuando en ese incendio "nacimos" esa tarde-noche cuando los coordinadores, agentes forestales o responsables dijeron "retirada".
En fin, que investiguen..., la pena es que se investigan a sí mismos...
Los militares nos queman la sangre y la Sierra de Chinchilla.
Aquí y ahora, desde los movimientos sociales de Albacete presentes y desde los pueblos afectados, con este acto lúdico-festivo reivindicamos la provincia de Albacete como un espacio desmilitarizado y donde no quepan prácticas ni actividad militar para preparar las guerras y conflictos armados que se cuecen en nuestra provincia y se sirven en el resto del Planeta como un menú bélico.
Avivados por las últimas brasas del incendio en el Campo de Maniobras de Chinchilla, avivados también por “civilizar” la Sierra y después de 4 décadas de militarismo rapante y cortijero, el 15 de Julio se repitió la historia de fuego de otros tiempos y en otros lugares. No es la primera vez, ni será la última. Ahora han sido 1000 hectáreas quemadas, pero…¿Cuántas más han quemado por su mala y críptica gestión de la Sierra? Dejaron arder, insistimos, “dejaron arder” y eso debe ser un delito. Hablan de seguridad para los servicios contra incendios, pero se quedan ahí, sin tener en cuenta la “seguridad” de la sociedad y de los pueblos que rodean el Campo de Maniobras. Hablamos del ocultismo de la información en estos temas que llaman “defensa nacional”, confundiendo la defensa civil con las armas y el militarismo, y cuando arde la Sierra, mi coronel, algo suyo se quema, pero también nos quema a nosotros.
Bombas y armamento desperdigados por ellos mismos desde tiempos pretéritos que hacen el paraje un campo minado de peligro por los siglos de los siglos. Hablamos de ser Albacete la provincia con más actividad militar detrás de Zaragoza, es decir una de las provincias con mayor impacto ambiental y social que el resto, os hablamos también de Cerro Muriano, de la Isla del Hierro, del Teleno en León, de las Bardenas de Navarra, de San Gregorio en Zaragoza, donde los incendios son una constante en sus campos de tiro y maniobras.
La actividad militar siempre ha sido dañina, peligrosa e inhumana. Horror para los seres humanos y error en el medio natural. Si las guerras destruyen, arrasan y asolan los paisajes y al paisanaje, su preparación tiene efectos tangibles y nefastos allá donde se ensayan y preparan. Hoya Gonzalo, Higueruela, Pozo Lorente, Casas de Juan Núñez, Chinchilla y Albacete están rodeados y militarizados, expuestos a hechos dantescos y peligrosos como el ejemplo del incendio.
El principio de prevención se lo han fumado. La Sierra arde y hay causantes y culpables, pero hoy se esconden, militares y autoridades, en la cortina de humo negro de su abuso de la Sierra y su destructiva actividad.
Desde 1950 la provincia huele a queroseno y oye ruidos de guerra de sus aviones, pero desde 1956 la Sierra es un autentico vertedero de la Industria Militar, un paraje peligroso e inaccesible, es un polvorín durmiente, un lugar donde se cuece la guerra.
La ciudad hoy, más que nunca huele a queroseno y la Sierra a “chuscarrao”. A pesar de todo, el incentivo militarista en la provincia sigue en aumento y la escuela de la OTAN lo corrobora, y los incendios en la Sierra tienen un cuño de desolación.
Sobre el incendio, no pedimos indemnizaciones, ni compensaciones, ni sobornos, ni políticas de mercadillo baratas para las poblaciones afectadas, queremos que nos dejen en PAZ, con mayúsculas, y que los militares se vayan de la Sierra, para que vuelva a ser de uso y disfrute de la gente “civilizada” de la Mancha.
¿Quién nos defiende de los que se autoproclaman “defensores nacionales”? Nos queman la Sierra, la llenan de contaminación, de afecciones ocultas para la población y además abonan de armas y munición caduca y descontrolada de todo tipo, forma y destrucción el paraje de la Sierra. Y nunca pasa nada. Kafka tendría un ejemplo con el pastor que pasa con sus ovejas y lo condenan tachando a las ovejas y a un pastor de “enemigos”
Para que las fuerzas no nos flojeen en reivindicar la Sierra desmilitarizada, usemos el fuego como algo positivo, merendemos, y que a nadie se le olvide que “donde se cuece la guerra” a fuego lento es aquí, en la Sierra Procomunal de Chinchilla. Cocinando guerras a fuego lento.
En Albacete, a 13 de Agosto del año dos mil nueve. "Colectivos Sociales de Albacete y su provincia".
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