
El próximo día 1 de junio se establecerá el nivel de peligro alto en la campaña contra incendios, que se extenderá hasta el 30 de septiembre.
En Guadalajara, unos 600 profesionales prestarán sus servicios para proteger la provincia del peligro de las llamas. De ellos, 474 serán retenes que ya han dejado de trabajar para Tragsa y se han incorporado a la Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha (Geacam). Otros 120 son agentes medioambientales a los que hay que sumar doce técnicos de extinción y ocho conductores de autobomba. En total: 614 trabajadores.
En lo que se refiere a los medios naturales, se contará con tres máquinas pesadas; 16 autobombas; cuatro helicópteros y otras 16 patrullas. Los trabajadores también servirán para formar 16 retenes y detectarán cualquier posible conato de incendio gracias a los trabajos de vigilancia que harán desde los 34 puestos de observación que hay distribuidos por Guadalajara. El delegado de Agricultura y Desarrollo Rural, Carlos Sanz, recordó que un 45 por ciento del territorio de la región corresponde a terrenos forestales. La provincia tampoco está ajena a esta elevada proporción, ya que cuenta con 553.732 hectáreas de superficie arbolada y con otras 210.568 de matorral, pastizal y herbazal.
El delegado indicó que durante este verano se espera que haya más combustible en los bosques y montes. “Hemos tenido un otoño e invierno lluviosos, así que habrá más masa vegetal en los montes que se puede secar durante los meses de verano”. Sin embargo, el delegado también indicó que “esto no quiere decir que vaya a ser mejor o peor, sólo que habrá más combustible”.
Otra de las novedades importantes que tiene la campaña de este año es la mejora en la coordinación de todos los medios contra incendios con los que cuenta la región. A partir de ahora los técnicos podrán disponer de inmediato de los recursos de todas las provincias de Castilla-La Mancha para hacer frente a los fuegos que se declaren en cualquier parte de la región. “Antes había que cumplir con un protocolo que lo ralentizaba todo”.
Brigadas helitransportadas
En la actualidad, la provincia de Guadalajara cuenta con cuatro de los 20 helicópteros que hay en la región. De ellos, tres son Bell-212 biturbina, que están preparados para realizar tareas de transporte del personal de extinción y lanzamiento de agua a través de un helibalde con capacidad para 1.500 litros. El cuarto es un Augusta A-4119 Koala, que es definido por Incendio Forestales de Castilla-La Mancha (Infocam) como un helicóptero “de gran versatilidad, seguridad y rapidez”.
Dos de los Bell 212 se encuentran en la base de Villares de Jadraque-Hiendelaencina. Ésta base se encuentra catalogada como Bifor A, lo que quiere decir que está compuesta por 24 especialistas forestales, dos responsables helitransportados y dos técnicos. El tercer Bell 212 está en la base de Corduente, que a su vez cuenta con un Bifor B, compuesta por dos técnicos y de doce a catorce Esp. Forestales. Por último, el Koala está en el Serranillo.
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